EL OBISPADO TIENE ABIERTO UN JUICIO PENAL CANÓNICO
Una joven denuncia que fue violada por su cura en Can Picafort cuando tenía 10 años
El exobispo de Mallorca había suspendido en 2011 de sus cargos pastorales al sacerdote, que fue acusado por otro hecho similar
Renovación Balear, 23 de diciembre de 2012 a las 18:39
Su catequista ya dio fe de los presuntos abusos en 1998, aunque por entonces la supuesta víctima negó los hechos “porque estaba amenazada y coaccionada”
El Obispado de Mallorca no ha tardado en reaccionar tras la noticia lanzada por Diario de Mallorca sobre la denuncia. En un comunicado remitido a Renovación Baleary a otros medios la Diócesis manifiesta " su respeto por la denuncia presentada por la presunta víctima ante las instancias civiles y confía en que será llevada a cabo la adecuada investigación", a la vez que ratifica "su firme voluntad de garantizar la protección de los niños y jóvenes ante cualquier tipo de abuso".
Concluye dando cuenta de que, tras conocerse los hechos en su día, "se inició un juicio penal canónico en primera instancia que continúa abierto".
La información es harto preocupante: una joven de 24 años de edad acaba de denunciar ante el juzgado de Inca que cuando contaba con tan sólo diez años de edad, y hasta los once, fue víctima de reiterados abusos sexuales por parte del entonces párroco de la localidad mallorquina de Can Picafort, Pere Barceló Rigo.
Violada en repetidas ocasiones a su decir, fue 'sorprendida' en una ocasión en la rectoría escenario de los supuestos abusos por su catequista, quien raudo y veloz puso el caso en conocimiento de sus superiores.
Por entonces, sin embargo, y según la información, tan sólo recibió por parte de éstos evasivas varias. No obstante, y a raíz de otras informaciones que involucraban al mismo sacerdote en casos semejantes en otros destinos, todos ellos relacionados con niñas, el exobispo de Mallorca, Jesús Murgui, decidió apartarle fulminantemente de su misión pastoral prohibiéndole cualquier ejercicio derivado de la misma.
UNA MISIÓN SOPECHOSA EN BURUNDI
Para colmo de males se tuvo constancia, por parte de una monja, de que el párroco había tenido conductas 'dudosas' cuando estuvo destinado como misionero en Burundi, todo ello en los años noventa.
Se da la circunstancia de que la joven hoy denunciante negó en el año 1998 el caso que está siendo ahora objeto de investigación, toda vez que, tras denunciarlo el catequista, ésta negó los hechos. Explica hora que lo hizo porque "se sentía amenazada y coaccionada".
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